La carne de conejo es baja en grasas y muy rica en proteínas, ideal para una dieta equilibrada y saludable. La cunicultura o cría de conejos es más fácil que la de pollos y ayudará a mejorar la economía familiar, ya que de una coneja podemos esperar de 25 a 30 crías por año, lo que equivale a unos 30 kg de carne. La producción aumenta en cantidad y calidad si los tratamos bien y les evitamos incomodidades y sufrimientos, y además, les debemos este respeto por ser parte de la naturaleza que nos alimenta.
Para empezar, necesitarás hacer una inversión inicial de la cuál las jaulas pueden ser lo más costoso, pero podés fabricarlas vos mismo para reducir el gasto. Es recomendable elevar las jaulas para que queden separadas del suelo, y con esto se hará más sencilla la limpieza y el acceso. Si las colocas sobre unos estantes de rejilla, el excremento caerá al suelo y así conservarás la jaula limpia y podrás retirar estas deposiciones que constituyen un importante fertilizante para la tierra. En las jaulas debes colocar comederos y bebederos bien atados para que el animal no los vuelque y, en la jaula de las hembras, coloca unas cajas de madera para que le sirvan de nido donde cuidar a sus crías. La higiene es muy importante para criar animales sanos, por eso la jaula debe estar diseñada para que se mantenga lo más limpia y ventilada posible.
Para iniciar la producción es necesario contar con al menos un macho y tres hembras. Los conejos reproductores deben estar en jaulas separadas y la hembra debe ser llevada a la jaula del macho para el apareamiento. Cuando está en celo, la hembra tiene la vulva hinchada y colorada y se entrega al macho. El apareamiento dura unos minutos y luego la hembra debe volver a su jaula para la gestación, que dura alrededor de 30 días. El destete se realiza alrededor de los 40 días. De estas nuevas camadas podemos elegir nuevos animales reproductores, pero debemos esperar a que tengan 5 meses de edad para reproducirlos.
Otro elemento importante para obtener carne de calidad es la alimentación: podemos darle sólo alimento balanceado y podemos complementar con frutas, verduras, pasto y forrajes. Si no le damos alimento balanceado, lo ideal es que la dieta sea lo más equilibrada y variada posible. Es fundamental notar siempre que presenten signos de salud: los conejos sanos comen y beben con regularidad, son curiosos y atentos, se limpian asimismos y van ganando peso. Presta atención si encuentras ojos o narices con moco o suciedad, bultos en el cuerpo, ruidos en la respiración o diarrea. En este caso puede ser necesario consultar a un profesional.
¡Muchos éxitos en este emprendimiento!
