Historia del puchero

Como bien sabemos el arte culinario llega a la Argentina de la mano de los inmigrantes españoles a finales del siglo XIX, y en este caso El puchero no es la excepción. De hecho, era el plato más elegido y fomentado por los presidentes Mitre, Sarmiento y Avellaneda.

Esa herencia gastronómica española ha permitido que los argentinos la adaptemos a nuestras costumbres y se transforme en platos típicos de la cocina Argentina, por eso el puchero es una de las comidas que más caracteriza a los restaurantes porteños donde eran visitado por los inmigrantes españoles en aquellos tiempos y lo sigue siendo en la actualidad.

historia del puchero

Una sabrosa comida, generalmente económica y de sencilla elaboración, bastaba con solo agregar los ingredientes en una olla con agua y dejarlos cocinar. De hecho, en Argentina se prepara básicamente con carne, verduras, hortalizas y zapallos, entre otras cocidos similares.

Según el polígrafo gallego Julio Camba señala que este plato no es tan original de España, porque los países europeos también dan cuenta de este cocido en olla. Por ejemplo, en países europeos se llama a los guisos como así también al puchero en «Olla podrida». En Francia «Pot au Feu», en países latinoamericanos se refiere a estos cocidos como «Olla».

El puchero como lo llamamos en Argentina tiene el agregado especial según varían los ingredientes en las provincias del interior, por ejemplo llevan choclo, batatas, papas, mandioca, zapallo, chorizo, cortes de carne varias, gallina, entre otros. Al momento de servirlo se le agrega la popular salsa criolla, que sin lugar a dudas le aporta un sabor inigualable a esta exquisitez explosiva.

Agradecemos a quienes trajeron de su mano esta receta universal de un clásico plato de todos los tiempos, lo cierto es que llegan los días fríos del otoño e invierno y afloran las ganas y el apetito de elaborar una comida que nos aporte muchas calorías y vitalidad.

Desde los restaurantes con su infaltable menú diario del tradicional Puchero argentino hasta en los hogares, se usa la creatividad culinaria para hervir en una olla todo lo que tengamos a mano. Más allá de las versiones modernas que se han transformado con el paso del tiempo y de todas sus variantes, nada más elegido que el clásico puchero criollo elaborado por nuestras abuelas que han dejado una valiosa herencia culinaria.

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