Historia de la zamba «Luna Tucumana»

«Yo no le canto a la luna porque alumbra nada más…le canto porque ella sabe de mi largo caminar»…»Ay lunita tucumana, tamborcito  calchaqui, compañera de los gauchos en la senda del Tafí»…

La mayoría conocemos las letras de esta famosa zamba titulada «Luna Tucumana», desde chicos la hemos escuchado en el colegio y en otros lugares donde se la difundió. De hecho, un 30 de marzo de 2004 se sancionó la ley 7.375 que declaró la zamba «Luna Tucumana» de Atahualpa Yupanqui como Himno Cultural de la Provincia de Tucumán.

Pero…¿Cuál es la historia detrás de esta popular zamba Argentina?

historia de la luna tucumana

Su historia y Autor

Su autor Atahualpa Yupanqui, ampliamente considerado como el músico argentino más importante y destacado de la historia del folklore. Fue cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino. Su apodo «Don Ata» es reconocido y mencionado por sus colegas, los músicos y en sus canciones son interpretadas como homenaje a él.

De su extenso cancionero se puede decir que la zamba «Luna Tucumana» tiene una connotación muy sentida para aquellos caminantes de las noches solitarias por el sendero hasta Tafí del Valle, donde solo la luna les hace compañía en este viaje nocturno.

Nada mejor que preguntarle a este gran poeta quien inmortalizó estos bellos versos, en una oportunidad al ser entrevistado expresó lo siguiente:

  • Hacia 50 años que realizó esas travesías a caballo entre Tucumán y Tafí del Valle, un viaje que implicaba 30 horas cuesta arriba, cuesta abajo, tres cerros, algunas quebradas y un largo faldeo en el Valle de las Carreras para entrar a Tafí, así lo describió. Y todo este recorrido en mula, precisamente en una hermosa aldea llamada «Acheral de Tucumán» la tenia guardada. Durante 8 o 10 años, viajó cada año seguido con su mula hasta Tafí del valle.

Justamente esos viajes le permitió a este gran poeta ponerle palabras a lindos recuerdos, anécdotas, la facultad de aprender muchas cosas con mucho cariño y todo gracias a esta travesía bajo la luna tucumana. Sus palabras textuales fueron estas a continuación:

  • «Yo salia a las cuatro de la mañana o cinco, muy temprano ensillando mi mula y partía. Recién me amanecía en el faldeo, a mitad del camino»…Vale decir que la luna me acompaño siempre, por eso digo en los versos «Yo no le canto a la luna, porque alumbra y nada más, le canto por que ella sabe de mi largo caminar».

Para concluir como este gran cantor evocó a sus colegas y amigos de viaje, Los Tucu Tucu, quienes al igual que él tienen un alto y honroso sentido de lo que significa ser tucumano. Además con las cuerdas de la guitarra y el canto de sus versos se vuelve a recordar todo lo vivido que les ha dejado estos senderos por todo el país, el sentido criollo y lo inolvidable de estas travesías.

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