Historia de la Telesita

Historia de la Telesita

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Teresita del Barco Telésfora Castillo (o Santillán) es popularmente conocida en el folklore santiagueño como “La Telesita”. Existen varias versiones de la historia de esta mujer que, luego de su muerte, se convirtió en un personaje tradicional, un alma en pena que hace milagros e inspira poesías y canciones.

 Una de estas versiones cuenta que La Telesita era hija de una familia acomodada, su padre era de Don Pedro del Barco y su madre María Rosa Gómez, y su infancia transcurrió en la estancia “La Aurora”, en las sierras de Guasayán. Con el tiempo, se convirtió en una hermosa mujer y entró en edad de casarse, por lo que sus padres decidieron viajar a Santiago del Estero para comenzar a establecer vínculos sociales. Pero al llegar, se encuentran con la peste del cólera azotando la ciudad y mueren allí mientras cumplían la cuarentena obligatoria. El dolor de La Telesita era tan profundo que ya no soportó vivir en la estancia, por lo que se mudó a un vallecito cercano a Santiago. En ese lugar conoció a Eumelio Ahumada y con él conoció el amor.

 Durante los carnavales, otro joven invitó a bailar a La Telesita. Los comentarios comenzaron a circular y Eumelio, con su honor herido, se batió en duelo criollo con el joven. Ambos murieron en el enfrentamiento a cuchillo. Una vez más, Telesita intentó huir de la tragedia y se instaló en La Banda, donde comenzó a ayudar a los más necesitados y curar a los enfermos. Allí fue ganando fama como curandera.

 Otra versión de la historia dice que se era una joven inocente o con poco raciocinio que mendigaba, oraba, bailaba en las fiestas y concurría a velorios y eventos, apareciendo y desapareciendo de improvisto.

 Todas las historias coinciden en que La Telesita murió carbonizada. Algunas dicen que se acercó al fuego para protegerse del frío y otras que su vestido rozó el fuego y se incendió mientras bailaba. En todos los casos se la presenta como poseedora de una gran belleza, bondad y pasión por el baile.

Se cree que La Telesita tiene el poder de hacer milagros y de hacer aparecer objetos perdidos. Si alguien pretende un favor de su parte, tiene que ofrecerle una Telesiada, un baile que dura hasta que el promesante cae rendido por el cansancio o por el alcohol.

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