El Origen del Cactus

 Leyenda de los Valles Calchaquíes

En los valles Calchaquíes abundan los cardones, sobre todo en la parte norte. Según una de las muchas leyendas, son los valientes indios que enviados por el Inca para detener a los conquistadores, esperaron y esperaron la orden de atacarlos por sorpresa, pero esta orden nunca llegó, pues los chasquis (correos) enviados, fueron capturados en el camino y el Inca, torturados y muertos. El tiempo pasó y los guerreros desolados, quedaron en sus puestos. Apiadada al verlos la Pachamama los fue adormeciendo y haciéndolos parte de ella… así comenzaron a unirse sus pies a la greda y la Madre Tierra los cubrió de espinas, para evitar que los dañaran en sus sueños y así permanecen vigilantes hasta el día de hoy.

Es bella esta leyenda sin embargo otros cuentan que otro es el origen del cactus y dice así:

En los valles habitaban varias tribus, en una de ellas vivía Pasancana, una hermosa jovencita hija del cacique y también un guapo guerrero llamado Quehualliu. Los dos jóvenes se habían criado juntos desde pequeños y eran muy unidos. Si de pequeños jugaban, juntaban plantas, curaban animales, aprendían el manejo del arco y la flecha, o a recolectar alimentos compartiendo todas las horas del día, ya adolescentes, juntos  aprendieron los gestos tiernos del amor. Llegado el tiempo propicio Quehualliu fue a pedir la mano de Pasancana, seguro que el cacique aceptaría. Terrible fue su pena cuando el padre de la joven le negó el permiso pues ya tenía él ofrendada la mano de su hija al hijo del cacique de otra tribu. Pasancana intentó convencer a su padre más sus súplicas resultaron tan en vano como las de su amado.Así fue como decidieron huir juntos y antes del amanecer del tercer día, cuando todos dormían,  se pusieron en camino. Días y días caminaron subiendo y bajando montañas, cruzando arroyos, casi sin comer ni dormir, pues a lo lejos oían a los guerreros que el cacique había mandado en su persecución.

Agotados estaban a punto de rendirse cuando, Pasancana suplicó a la Pachamama, la diosa de la tierra, que les ayudará. Compadecida la diosa abrió un agujero en la montaña y los escondió allí, convirtiendo a Quehualliu en una planta alta, recta, verde y con espinas y entre sus brazos espinosos, en un capullo de flor ocultó a Pasancana. Los perseguidores pasaron de largo sin fijarse siquiera en el gran cactus.

Desde entonces, cada primavera,  la india enamorada convertida en una blanca flor, se abre sobre el verde pecho de su amado y asoma la cara para ver el cielo… mientras que la Pachamama sonríe observándolos en lo alto del cerro.

Y este es el origen del cactus que prometí contarles.

Adaptación: Ana Cuevas Unamuno

Imagen tomada de Giorgetta

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