El chamamé – Danza popular

 

El chamamé es la música típica del Litoral argentino. Se bailó en la campaña de Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Formosa desde la segunda década del siglo XX; y actualmente goza de gran popularidad en todo el país.  El baile del chamamé es alegre y vivaz, de pareja enlazada e independiente que no se rige por una coreografía determinada sino que deja librada a la creatividad de los bailarines la ejecución de los pasos y figuras.  Para bailar la pareja se abraza: el varón toma con la mano izquierda la derecha de la mujer y la mantiene a la altura de su hombro o la lleva a su cintura, mientras que con su mano derecha abraza a la mujer por la cintura o por  la espalda. La mano izquierda de la mujer se apoya sobre el hombro del varón. Se toman cuerpo a cuerpo, mejilla con mejilla, y un poco encorvados para dar libertad de movimiento a las piernas.

Esta posición de enlace cambia durante el zapateo, en el que el varón se aleja de la mujer pero sin soltarla, tomándola de su mano derecha. Esta figura se denomina largada. A diferencia del zapateo de la mayoría de nuestras danzas, el zapateo del chamamé se reduce a golpes dados con la planta del pie,  no aparece el repique de taco y punta. El complemento de la mujer al zapateo se denomina floreo. La bailarina se toma la pollera con la mano izquierda y la sostiene sin agitarla, realizando el escobilleo o la chicadita. Lo que en danzas de galanteo tradicionales como el gato, la chacarera, etc., representa una manera de cortesía hacia la compañera, en el chamamé es alarde de la pareja que muestra a los demás su creación espontánea.

El desplazamiento de la pareja se lleva a cabo a través de diferentes pasos: 1) Paso hamacado: el más común y parecido al de la polca. la pierna que da el paso se flexiona y el cuerpo se balancea reforzando la acentuación. 2) Paso cruzado: se ejecuta sobre la base del anterior pero cruzando alternativamente los pies. 3) Paso arrastrado: los bailarines condensan dos compases de música en uno de danza, con una marcación valseada y exagerando el paso de avance para que parezca arrastrado, sinuoso y lento. Durante la danza, estas formas se combinan entre sí y están sujetas a la creación espontánea de los bailarines, que tienen libertad para demostrar sus habilidades y lucir los pasos y figuras que deseen.

 

 

error: Contenido protegido por derechos de autor