El disco de arado es un clásico de la gastronomía de nuestro país y permite cocinar una gran variedad de platos: guisos, estofados, paellas, diferentes cortes de carne, achuras y pescado. Para conservarlo en óptimas condiciones y evitar que se oxide, es muy importante que lo limpiemos bien después de cocinar. De esta manera, la próxima vez que queramos utilizarlo sólo hará falta pasarle un trapo húmedo.
Método para limpiar el disco correctamente
Una vez que terminamos de cocinar, lo primero que debemos hacer es retirar los restos de comida que hayan quedado y llenar el disco con agua caliente, preferentemente antes de que se enfríe.
Dejamos un rato el disco con agua y así será más fácil sacar todo lo que haya quedado pegado.
Luego, utilizamos una espátula para remover cualquier resto, sacamos el agua del disco y agregamos otro poco de agua caliente. Procedemos a limpiar con un poco de detergente y una esponja de metal.
Podemos limpiar sin usar detergente y así lograremos que quede una fina capa de grasa de la comida, que protegerá nuestro disco de la oxidación. Cuando ya no quede nada pegado retiramos el agua, y secamos bien con servilletas de papel.
Si hemos utilizado detergente (recomendable si hay restos muy pegados), utilizaremos una servilleta de papel con aceite o grasa para untar la superficie del disco con una fina capa protectora.
Es muy importante no dejar humedad en el disco para evitar que se oxide.
Si lo utilizamos para cocinar paella o pescado, podemos seguir estos pasos para evitar que queden sabores u olores fuertes: luego de limpiar el disco, lo calentamos y limpiamos la superficie con limón. Agregamos un poco de agua y la hervimos con unas rodajas de limón por unos minutos. Así dejaremos el disco libre de olores y sabores.
¡Esperamos que te sean útiles estos consejos para limpiar tu disco de arado! Dejános tu comentario!
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